«O secretario xa é figura decorativa»

Benigno Lázare LUGO/LA VOZ.

LEMOS

Julio González ejerció su profesión con estilo propio y hasta un informe plenario le daba pie para para colar alguna cita de su admirado Ortega o una letra de Serrat

12 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

En una determinada etapa los plenos en el Concello de Monforte duraban desde las seis de la tarde hasta la medianoche, hora a la que se suspendían sin rematar el orden del día. Como en los discursos de Fidel Castro, allí se hablaba de todo y cualquier cosa podía salir a colación, pero rara vez cogían desprevenido al secretario, Julio González Puente. Si surgía una duda que no estaba en el guión, que era lo más frecuente, apoyaba la cabeza en la mano, como El pensador de Rodin, y en unos instantes era probable que recordase alguna sentencia del Supremo con relación a un caso parecido en algún municipio de Cádiz o de la comarca de la Serena, un suponer.

«Hoxe xa non lle aconsello a ninguén que sexa secretario municipal porque é un corpo en regresión». Se lamenta de que la ley en vigor los haya vaciado de competencias. «Nas cidades o secretario dos concellos é unha figura decorativa porque prefieren asesores e consultorías».

En contra de lo que puede parecer vista desde fuera, Julio asegura que es una profesión en la que el estrés es diario y generado por muchas causas. «O primeiro é que estás rodeado de políticos de distinto signo e é moi difícil bandearse, porque aínda que ti te limites a facer o teu, nunca gusta a todos». Además de la tendencia a encasillarlos, este funcionario jubilado asegura que los políticos asumen muy mal los informes contrarios a sus intereses. Aclara que en las ciudades grandes hay algún filtro, pero en las medianas las funciones se diversifican y el secretario incluso se convierte en una especie de confesor.

González Puente califica de tópico el poder de los secretarios y, en caso de desencuentros con el alcalde, «a corda sempre rompe polo máis delgado, e os que teñen o poder de decisión son os políticos». Salvo un período de ingrato recuerdo que considera olvidado, afirma que se llevó bien con los alcaldes. Elogia al actual mandatario, pero sobre todo guarda un especial recuerdo de Celestino Torres, al que califica de excepcional en todos los aspectos. «Sen gran formación, nin falta que lle facía, era a persoa máis intelixente que coñecín, que captaba todo á primeira».

Julio González Puente Nació en Bóveda, donde cubrió la etapa escolar antes de pasar a la Academia Balmes en Monforte para hacer el Bachillerato. Cursó COU en Lugo y Derecho en Santiago.

Aprobó la oposición de secretario para ayuntamientos de segunda al año siguiente de terminar la carrera y sus primeros destinos fueron Bóveda, Ribas de Sil y Pantón. Ya casado y con hijos, preparó la oposición para secretario de ayuntamientos de primera: la sacó también a la primera y con el número uno. Pidió Monforte y se jubiló hace casi tres años, tras 42 de servicios prestados.