Ellos viven su tormenta perfecta: «Gracias al mal tiempo de A Coruña seguiremos sirviendo cocido todo el mes de abril»

VIVIR A CORUÑA

Marcos Miguez

Las tiendas de paraguas, los centros comerciales, y algunos restaurantes viven su agosto en abril

03 abr 2024 . Actualizado a las 13:23 h.

«Galicia se cuece a treinta grados en octubre». Con este titular, La Voz publicaba el día 7 de aquel mes del 2023 una información donde se alertaba de que el otoño estaba dejando en la comunidad temperaturas de récord. En A Coruña, sin ir más lejos, esa semana se superaron los 32 grados, y las playas estaban a rebosar. Rogelio Lama debería de estar dispensando entonces los primeros paraguas de la temporada, pero las sombrillas se llevaron todo el protagonismo. El responsable de Paraguas Carballo se asegura de tener trabajo también en verano, pero en la actualidad parece complicado adivinar en qué temporada va a vender cada producto. En plena primavera, la suma de frío, viento y lluvia lleva semanas colmando la paciencia de los herculinos. Aunque unos pocos le están sacando tajada a este perpetuo mal tiempo.

El propio Rogelio es uno de ellos. Como avanza: «Ya sabes lo que dice el refrán: lluvia y viento, paragüero contento». Durante el mes de marzo reconoce que notaron un incremento en las ventas, sobre todo porque el viento, que apenas ha dado tregua, «rompe los paraguas, y nosotros tenemos servicio de reparación». Desde su percepción, «hemos tenido un buen invierno», aunque para algunos ciudadanos haya sido una condena. Con todo, indica que a su empresa el cambio climático no le ayuda. «En general, a nosotros nos beneficia que llueva cuando tiene que llover, pero porque de lo contrario es difícil tener una planificación en fábrica».

Rogelio Lama, de Paraguas Carballo
Rogelio Lama, de Paraguas Carballo PACO RODRÍGUEZ

Paraguas Carballo está situado en el Centro Comercial Cuatro Caminos, refugio habitual de varias generaciones los días de mal tiempo, que últimamente no son pocos. Rubén Becerra, gerente de este espacio, comenta que a estos grandes almacenes «les viene bien que llueva en cuanto a afluencia más que en cuanto a ingresos». «Si te digo que no nos beneficia un día de temporal te miento, pero creo que sobre todo le viene bien a esos centros comerciales que están más lejos y a los que la gente acude a pasar el día: vas al cine, de compras y puedes comer ahí», indica, tras explicar que en etapas anteriores había dirigido espacios de este estilo y sí percibía cómo se engrosaban las arcas. Por otro lado, respecto al Cuatro Caminos, cree que el mal tiempo le viene especialmente bien a las cafeterías y restaurantes del recinto, pero menos al sector retail. «Ahora estamos con la ropa de primavera, ¿quién se plantea comprarse un vestidito con este tiempo?», plantea. 

Rubén Becerra Martínez, gerente del Centro Comercial Cuatro Caminos.
Rubén Becerra Martínez, gerente del Centro Comercial Cuatro Caminos. Eduardo Pérez.

Quizás no en un vestidito, un bikini o una bolsa de playa, pero sí apetece gastarse el dinero en un buen cocido. No son pocos los restaurantes que tenían planeado abandonar este plato en el mes de marzo, y que continuarán unas cuantas semanas más atendiendo a la demanda que perciben, propia de estos días invernales. Es el caso de Casa Mirabina. Este local de Ledoño es especialmente apreciado por sus cocidos, que normalmente dejan de pedirse una vez pasa el día del Padre. «Este año, sin embargo, estamos atendiendo muchas llamadas preguntando si seguiremos los jueves dando cocido en el menú, así que mínimo continuaremos hasta finales de abril», cuenta Mailin Miledy, copropietaria de esta casa de comidas.

Otro negocio que percibe ciertas mejoras en sus ingresos a causa del mal tiempo es Mariño, la tienda de Primo de Rivera especializada en ropa de trabajo. Desde este negocio cuentan que están vendiendo más, sobre todo, a trabajadores de la obra «porque se les deterioran los trajes de agua y necesitan reponerlos con urgencia, o porque requieren unas botas de agua nuevas», cuando quizás en este momento del año en temporadas anteriores ya apenas las dispensaban.