Diego Martínez: «Es difícil encontrar un ataque con tanto potencial en cualquier selección»

X. R. C. VIGO / LA VOZ

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Salvador Sas

«Seguro que Luis Suárez y Arsenio mirarían con orgullo a esta generación», apunta el seleccionador gallego

08 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Diego Martínez Penas (Vigo, 1980) se marchó con 18 años a hacer toda su carrera futbolística fuera de Galicia. Con 53, regresa a casa para dirigir a la selección gallega en un momento en el que el fútbol galaico cuenta con una de las mejores generaciones de futbolistas. Destaca, por lo extraordinario, el potencial de la delantera, y recuerda que, ante todo, el partido ante Panamá será la fiesta del fútbol gallego.

—¿Por qué aceptó el cargo de seleccionador gallego?

—Creo que es un honor para cualquier entrenador gallego poder representar a tu tierra. La Federación se puso en contacto conmigo diciéndome que le ilusionaba que fuera el seleccionador y a mí también. Poder participar ocho años después de la fiesta del fútbol gallego es un privilegio y me siento muy honrado.

—¿Qué estaba haciendo?

—Los entrenadores nunca paramos. Hay profesiones vocacionales y la mía lo es. Estamos siempre actualizándonos, no solo viendo fútbol. También estoy haciendo algún máster, porque en los momentos que no tengo equipo intento aprovechar para hacer todas aquellas cosas que cuando estás entrenando es imposible.

—¿Maneja a un número concreto de jugadores para la convocatoria?

—Lo que manejamos es que cualquier futbolista gallego puede ir, pero hay que ser muy prudentes, porque estamos a final de temporada y no solo estamos limitados por las competiciones que aun no finalizaron, sino también por el desgaste de los jugadores. Pretendemos tener a los mejores, pero queremos ser muy respetuosos con los clubes. Por encima de todo quiero destacar la voluntad de venir de todos.

—¿Hay puestos en donde le esté costando más?

—Hay puestos en donde hay nombres más conocidos y en otros, menos. Tenemos opciones para todas las posiciones, aunque es difícil encontrar una delantera con tanto potencial, pero me atrevería a decir que en cualquier selección. Creo que debemos poner en valor la situación de los delanteros como algo extraordinario.

—¿Estamos ante las mejores generaciones del fútbol gallego?

—El talento está ahí, aunque algunos no podrán estar por circunstancias. Hay que interpretarlo como una fiesta del fútbol y para disfrutar del talento que hoy tenemos. Seguro que Luis Suárez o Arsenio Iglesias, que ya no están con nosotros, mirarían con orgullo a esta generación.

—¿Tiene fecha para dar la convocatoria?

—En la semana antes del partido, como cualquier convocatoria de cualquier selección. Tienes que apurar lo máximo posible porque es la única manera de ser certeros.

—¿Lo toman como un amistoso o como algo más?

—Es amistoso, pero somos profesionales y queremos competir al máximo. Si ves un entrenamiento de cualquier equipo, la competición es intrínseca al futbolista. Todos queremos dar siempre nuestra mejor versión. Además, estamos hablando de jugadores con talento que aplazan sus vacaciones por estar con el equipo. Queremos competir al mejor nivel.

—¿Cómo ve el fútbol gallego?

—Muy bien, con los equipos de referencia muy cerca de conseguir sus objetivos. Destacaría por encima de todo al Racing de Ferrol, porque creo que su temporada es magnífica.

—Comentó en una ocasión que a veces entrenaba detrás de una portería de Balaídos.

—Muy pocas. Recuerdo que Mosquera era nuestro entrenador en alevines, siendo jugador del Celta, en tres o cuatro ocasiones, nos llevaba a entrenar con Ramón Catalá detrás de la portería de Balaídos. Para nosotros estar allí era algo increíble y lo recuerdo con mucho cariño porque Mosquera hacía el esfuerzo para que esos alevines pudiesen pisar el césped de Balaídos. Me impactó.

«La riqueza del fútbol está en manejar muchos registros»

El Olympiakos fue la última parada de un entrenador que hizo su carrera entre Sevilla y Granada con paradas en Pamplona y Cornellá. Ahora, desde el otro lado, recuerda que el fútbol es infinito y que los equipos deben manejar cada día más registros.

—¿Qué tal fue la experiencia en Grecia?

—Diferente, en un club grande. Fue bonita, porque era una experiencia muy interesante desde el punto de vista deportivo. Yo fui con Antonio Cordón, el director deportivo, y una vez que sale, entendía que lo mejor para todas las partes era que cada uno continuase su camino. Uno de los objetivos que perseguíamos era el de tener que enfrentarnos a la situación de expresarnos en otro idioma y creo que conseguimos tocarles el corazón en otro idioma a los jugadores.

—Desde fuera, ahora que está sin entrenar, ¿se ve el fútbol de la misma manera que cuando se está dentro?

—Siempre es difícil quitarte las gafas de entrenador. Los entrenadores, cuando vemos el fútbol, intentamos ser rigurosos en el análisis, tratando de aprender, descubrir, interpretar y eso siempre está ahí. Estos momentos te permiten ver un fútbol diferente, ver otras ligas y otros tipos de equipos para nutrirte como entrenador.

—Se habla de presión alta y ataque corto antes de balón al piso, ¿cómo ve esas dos tendencias?

—Creo que hay muchas tendencias, el fútbol es infinito. Lo llevo diciendo muchos años y ahora se está incidiendo en ello, que los equipos tienen que manejar muchos registros y creo que ahí está la riqueza. Hay muchos partidos dentro de un partido y no conozco a ningún equipo, salvo excepciones, que sea infinitamente superior a otro durante los 90 minutos. Los jugadores son los que marcan mucho las posibilidades de los equipos, pero aun así, tienen que atacar, defender, correr, hacer el balón parado, tener el balón, recuperarlo, y eso obliga a todos los equipos a hacer de todo. La virtud de hacer muchas cosas está hoy muy reconocida, y eso es importante.