La muerte de la mujer ucraniana que apareció semidesnuda en un camino de Nogueira de Ramuín no fue un crimen

Marta Vázquez Fernández
M. Vázquez OURENSE

OURENSE CIUDAD

Lugar en el que apareció el cuerpo de Albina Nestoreva
Lugar en el que apareció el cuerpo de Albina Nestoreva Miguel Villar

El juzgado que investigó el fallecimiento de Albina Nestoreva, de 62 años, archiva la causa tras descartar que lo ocurrido fuera un homicidio

23 feb 2024 . Actualizado a las 16:44 h.

La muerte de Albina Nestoreva no fue un crimen. Después de semanas de investigaciones, y tras recibirse los resultados de todos los análisis e informes que estaban solicitados, el titular del Juzgado de Instrucción 1 de Ourense ha acordado el sobreseimiento de la causa al no encontrar indicios de que lo ocurrido fuera un homicidio. Albina, de 62 años y originaria de Ucrania, fue encontrada inconsciente a primera hora de la mañana del 6 de diciembre en un camino de Nogueira de Ramuín. Se encontraba desnuda de cintura para arriba y tenía un fuerte golpe en la cabeza. A pesar de que fue trasladada al Complexo Hospitalario de Ourense con vida, murió unas horas después.

En un primer momento los investigadores de la Policía Judicial de la Guardia Civil que se hicieron cargo del asunto no descartaron ninguna hipótesis, incluida la del crimen. Ahora esa posibilidad ha quedado descartada.  Los agentes tomaron declaración al marido de la víctima y también se entrevistaron con los vecinos, pero en ninguna de esas conversaciones encontraron evidencias de que alguien hubiera podido estar relacionado con la muerte de Albina. También se inspeccionó a fondo el camino que transcurre entre la casa de la víctima y el punto en el que fue encontrada, con el mismo resultado. La vivienda está situada en la parroquia de Requeixo, a unos cinco kilómetros de la de San Miguel do Campo, donde se halló el cuerpo.

La autopsia tampoco había aportado evidencias concluyentes. Se confirmó que tenía una lesión en la cabeza, pero los forenses llegaron a la conclusión de que no se trataba de una herida mortal. La muerte seguía siendo «sospechosa» y se enviaron al laboratorio de Toxicología diversas muestras, con el objetivo de seguir buscando posibles evidencias que ayudaran a aclarar lo ocurrido. Según ha trascendido, todos los resultados de esos test han sido negativos.

Y dado que la Guardia Civil envió un informe al juzgado en el que se indica que no se han detectado «indicios de violencia externa como posible causa de la muerte» y otro informe del Instituto de Medicina Legal (Imelga) descarta también una muerte homicida, el instructor del caso ha decretado el sobreseimiento provisional.

El desnudo paradójico

Albina fue encontrada por un vecino que iba en una furgoneta por el camino que comunica O Toxedo y Malburguete. Estaba tumbada en el camino, boca abajo. Se  apeó del vehículo y, tras comprobar que aún respiraba, alertó de inmediato a la Guardia Civil. Avisó al 112 y una ambulancia la trasladó al hospital provincial, donde murió horas después. No se sabe cuánto tiempo pasó Albina a la intemperie, pero sí que aquella noche fue una de las más frías del otoño. Esas bajas temperaturas habrían tenido mucho que ver en que la mujer estuviera desnuda de cintura para arriba. Es lo que se conoce como desnudo paradójico, una alteración del sistema de regulación corporal que se produce en situaciones de hipotermia

Así, conforme el cuerpo se encuentra cada vez más frío, la sangre se desplaza desde las extremidades hasta los órganos vitales internos para protegerlos y mantener el cuerpo con vida. Por eso, las primeras partes del cuerpo en enfriarse son los pies y las manos. Pero tras una larga exposición a estas condiciones, los vasos se quedan sin energía, provocando el efecto contrario, el ensanchamiento de los vasos. La sangre que se había retenido en los órganos internos fluye hacia las extremidades y provoca que las víctimas de hipotermia sientan tal calor y que comiencen a quitarse la ropa. 

Una casa con jardín para la jubilación 

Albina Nestoreva y su marido, de origen británico y ya jubilado, llegaron a Nogueira de Ramuín en el año 2021. Adquirieron una vivienda de dos plantas con un amplio jardín y acomodaron la edificación a su estilo. «La arreglaron ellos mismos; traían los materiales y trabajaron mucho», contaba una residente en la zona, explicando que Albina, a quien relacionaban con el mundo de la decoración, había sido la encargada de acondicionar los espacios exteriores de la casa. A ella, precisamente, era a la que más veían quienes residen en este pueblo, que coincidían al asegurar que no era una pareja que socializara demasiado.

«Ella solía pasear mucho con el perro, casi a diario, pero él no», aseguraba otra vecina, que admitió sentirse conmocionada por la muerte de la sexagenaria. «Al pasar, sonreía y te saludaba, pero nada más», cuenta. Albina hablaba lo suficiente del idioma español como para poder comunicarse, pero el marido apenas si se maneja con el castellano, por lo que cuando ambos iban a comprar a algún establecimiento comercial del municipio siempre era ella quien gestionaba todo. «Eran muy educados», relataban en alguno de esos negocios sobre la pareja. Solían salir casi siempre juntos a hacer recados y cuando ella proponía comprar algo, él siempre aceptaba de buen grado.

Los restos, en un cementerio de Ourense

Días después de la muerte de Albina, el titular del juzgado de instrucción que investigaba su extraña muerte autorizó a sus familiares a enterrar el cuerpo, lo que propició que se celebrase un funeral en un camposanto de Ourense, en la más estricta intimidad.

El hijo de Albina, que también nació en Ucrania aunque ahora reside en Alemania, había llegado horas antes a la provincia de Ourense, acompañado de su mujer y su hija, para darle el último adiós a su progenitora. Desde el entorno de la familia aseguran que la intención del descendiente era  trasladar los restos de su madre al cementerio de Ucrania en el que está enterrada su abuela, si bien la situación de conflicto bélico en la que se encuentra el país alejó entonces aquella posibilidad.