Galicia inicia la era cuántica con el ordenador más potente del sur de Europa

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

De izquierda a derecha, Gonzalo Romeo, director de producto de Fujitsu España; Lois Orosa, director del Cesga; María Jesús Lorenzana, conselleira de Innovación; Almudena Justo, directora del Fujitsu International Quantum Center y Patricia Urbez, directora de sector público de Fujitsu
De izquierda a derecha, Gonzalo Romeo, director de producto de Fujitsu España; Lois Orosa, director del Cesga; María Jesús Lorenzana, conselleira de Innovación; Almudena Justo, directora del Fujitsu International Quantum Center y Patricia Urbez, directora de sector público de Fujitsu Paco Rodríguez

Se esperan resultados «revolucionarios», una seguridad inquebrantable y resolución de problemas intratables con la computación clásica

02 oct 2023 . Actualizado a las 17:45 h.

El Centro de Supercomputación de Galicia (Cesga), estrena súper ordenador. Bautizado con el nombre de Qmio, porque como explicó el director de esta entidad, Lois Orosa, «con el, Galicia colocarase no cumio da computación cuántica», cuenta con 32 cúbits (bits cuánticos), lo que va a situar a la comunidad gallega a la cabeza en este ámbito en el sur de Europa. En España solo hay otro ordenador cuántico en una institución pública, en Barcelona, de cinco cúbits. Su puesta en marcha es inminente, y tras realizar pruebas durante este mes de octubre iniciará su andadura.

La sede del Cesga en Santiago acogió la presentación de Qmio, que se enmarca en todo un ecosistema cuántico con el que Galicia quiere convertirse en una potencia mundial en este campo. Suministrado por Fujitsu, con una amplia trayectoria de colaboración con el Cesga, la inversión rondó los 14 millones de euros. La computación cuántica y la que es ya su segunda era augura resultados «revolucionarios», en palabras de Orosa, porque garantiza una seguridad inquebrantable y la resolución de problemas intratables con la computación clásica. Europa calcula que la cuántica genere un volumen de negocio de 42.000 millones de dólares en el año 2027 y en España ya hay varios proyectos en marcha.

Se trata de un ordenador que permite realizar cálculos que hasta ahora no se hacían. No se trata de aplicaciones abstractas, sino de proyectos concretos con empresas y centros de investigación con nombres y apellidos. De hecho, en la presentación, a la que asistió la conselleira de Economía e Innovación, María Jesús Lorenzana, y el jefe de tecnología de Fujitsu en Europa, John Walsh, varias empresas punteras en la comunidad explicaron las aplicaciones de esta tecnología. MestreLab, Nueva Pescanova, Bahía Software o MD US Innovations adelantaron los avances que supondrá en el desarrollo de nuevos fármacos, el análisis de datos de la resonancia magnética nuclear o la optimización de procesos productivos.

En realidad la computación cuántica no vendrá, ya está. Fujitsu trabaja con Pescanova en uno de sus retos, optimizar el consumo de pienso, «es un problema puro de cuántica. Ya presentamos los resultados teóricos y ahora hay que comprobarlos en planta. Vamos a buscar otros cuatro proyectos más en Galicia y para ello estamos hablando con instituciones como el Sergas y con empresas privadas», señaló Gonzalo Romeo, director de infraestructuras de Fujitsu España. Los resultados son obvios, en el proyecto de Pescanova se constató un ahorro, al menos teórico, de más del 30 %.

Lois Orosa, director del Cesga en la presentación del súper odenador
Lois Orosa, director del Cesga en la presentación del súper odenador Paco Rodríguez

Todos los participantes en la inauguración de este súper ordenador insistieron en un aspecto, Qmio es solo una parte del ecosistema cuántico en el que quiere convertirse Galicia. «Queremos que se convierta en un referente mundial en la computación cuántica», indicó el representante de Fujitsu, «las inversiones van donde está el conocimiento, en este campo hoy es escaso y Galicia es uno de los jugadores».

De hecho más allá de la tecnología que se inauguró este lunes hay muchos más factores que pueden hacer que la comunidad sea uno de los líderes de esta revolución, como el International Quantum Center, impulsado por la empresa japonesa y en el que ya están trabajando ocho personas «hoy mismo se incorpora un especialista que estaba en Holanda y retorna a Galicia», o el polo de tecnologías cuánticas de Galicia.

De la automoción a las finanzas pasando por sanidad 

El objetivo de la tecnología cuántica en Galicia en el horizonte 2021-2030 se asienta en cuatro pilares: academia —universidades y centros de investigación—; centros tecnológicos; economía y empresas; y finalmente sociedad. Todo con un fin, aplicar esta computación a procesos reales que repercutan en la sociedad. Por eso en su presentación incluyó numerosas aportaciones de investigadores, responsables de centros tecnológicos o de empresas que explicaron qué es, cómo se está aplicando y el futuro de la tecnología cuántica. Y es que esta llega a ámbitos dan diversos como la sanidad, la aeronáutica, la automoción o las finanzas.

Víctor Alonso, del CTAG, apuntó que la capacidad de cálculo del súper ordenador optimizará el desarrollo de nuevos vehículos y de sus procesos adicionales como el pintado, «aprovechando el máximo potencial de una planta». Joaquín Osorio, de MestreLab, usará la computación cuántica para el análisis de datos de la resonancia magnética nuclear en una línea de investigación en la que ya están trabajando con el Cesga, «y esperamos que esta sea la primera aplicación de muchas». «Puede resolver problemas difíciles para los ordenadores clásicos, por ejemplo en el diseño de nuevos fármacos», añadió, Julio R. Banga, del CSIC.

Vicente Moret, catedrático de ciencias de la computación e inteligencia artificial de la Universidade de A Coruña, recordó que la cuántica permite realizar muchos cálculos al mismo tiempo, es intrínsecamente paralela, «por lo que podemos manejar enormes cantidades de información de manera simultánea». No obstante recordó esta computación no excluye a la convencional, por lo que animó a los investigadores a aprovechar lo mejor de las dos computaciones y a establecer sinergias entre ellas.