El nuevo concierto debe estar firmado en agosto y lo negociará la nueva Xunta
23 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Una de las grandes incógnitas en el sector sanitario en Vigo es el futuro del Hospital Povisa. Este centro sanitario privado, del grupo Ribera, funciona como hospital público de referencia para 120.000 personas de la sanidad pública gracias a un contrato con el Sergas, el concierto. Este caduca el próximo 31 de agosto sin posibilidad de prórroga, después de diez años. Cada uno de estos años, Povisa ha declarado pérdidas y las ha atribuido al concierto, ya que la parte puramente privada del hospital le daba beneficios.
El conselleiro de Sanidade en funciones se abrió ayer mejorar la dotación económica de Povisa en un futuro concierto. «É certo que a vida subiu. Non hai nada que diga que podemos manter as condicións de hai uns anos», dijo Julio García Comesaña en una entrevista en el programa Las voces de tu ciudad, de Radio Voz. Añadió: «Se o facemos probablemente estaríamos forzando unha situación económica que ninguén quere, nin as familias que traballan en Povisa, nin a cidade, nin nós como Xunta». Por eso, se comprometió a «corrixir dende a Xunta» los problemas económicos que pueda haber.
Actualmente, el Gobierno gallego paga a Povisa una tarifa por cada paciente que tiene asignado. Son 540 euros al año, independientemente de si el ciudadano va al hospital todos los días o no acude nunca. Esa cantidad es fruto de una mejora acordada en verano para el último año de prórroga del concierto, que incluye que el Sergas pague las prótesis del hospital privado.
Es la primera vez que la Xunta reconoce que tendrá que mejorar la asignación económica a Povisa. En el 2014, no se pactó ningún mecanismo de actualización. El hospital ha planteado que la cuota esté vinculada a la edad, ya que uno de los principales problemas que tiene Povisa es que la edad media de sus pacientes es muy alta, fruto de que en los períodos de cambio de hospital lo hayan escogido personas mayores que viven cerca.
El conselleiro reconoció que el nuevo concierto no está ni negociado ni avanzado. «O período electoral non era o mellor momento, nin sequera este período en funcións no que non podemos tomar decisións», dijo. El nuevo gobierno no se formará hasta abril, después de Semana Santa, y el acuerdo tiene que estar aprobado en agosto. Es decir, quedarán menos de cinco meses. Comesaña cree que es factible. «Temos tempo dabondo», dijo. Este contrato que todavía está vigente se firmó en el 2014; el anterior había caducado en el 2010. Durante casi cuatro años, el Sergas y Povisa —entonces propiedad del Grupo Nosa Terra— no consiguieron llegar a un acuerdo y el hospital estuvo funcionando porque la Xunta le obligó, alegando razones de interés público.
Por lo tanto, ahora tocará a la nueva Xunta y al grupo Ribera negociar un nuevo concierto. En la entrevista de Radio Voz, Julio García Comesaña ratificó que le gusta el modelo de concierto que existe actualmente, en el que Povisa es un hospital general, cobra una tarifa por cada paciente asignado y una parte de la población puede escoger cada año entre estar asignado a ese hospital o al Cunqueiro. «Estamos cómodos con este modelo, está asentado, adáptase ben á idiosincrasia da área sanitaria», respondió el conselleiro, que insistió en que los ciudadanos que tienen Povisa como hospital de referencia están ahí porque lo han elegido y en que su población es fiel al hospital.
Olimpia Valencia
En el edificio de la antigua Audiencia se está construyendo el centro integral de salud Olimpia Valencia, con el compromiso de terminarlo este año para cerrar López Mora y agrupar algunos servicios para esa zona, entre ellos pediatría. Comesaña resaltó que está ejecutado el 14 % del proyecto.